Viajar se ha convertido en parte de nuestra vida como nunca antes gracias a la publicidad y al marketing. En los últimos años el turismo ha experimentado un boom tal, que en los países que lo desarrollan significa entre en 5 y 15% del PBI. Los beneficios economicos son grandes para estos paises, pero algunos destinos se están viendo amenazados por la cantidad excesiva de visitantes. Es el caso de Bahia Maya-Tahilandia, Machu Pichu en Perú, Isla Jeju en Corea del Sur, Parque Nacional Redwood en USA, Cinque Terre en Italia y Caño Cristales en Colombia, entre otros. 

Hacernos viajeros concientes no significa dejar de viajar, pero si asumir responsabilidad para mitigar el impacto que generamos en los lugares que visitamos, sobre todo en destinos de naturaleza exótica, parques naturales o lugares protegidos. La protección ambiental, tanto como la conservación y reforestación es un tema de interes general actual que está incluido en la agenda politica mundial. Y así como los organismos tienen que cumplir su rol, el visitante puede ser más que un turista que pisa y pasa, convirtiendose en un viajero que conoce y acata las normas, colabora y exige que se cumplan. 

Sigue leyente y te cuento... Un ejemplo claro de la problematica es la bahía de Maya, localizada en la Isla de Phi Phi Leh, en Tailandia. Es famosa por ser la locación de la icónica película de Leo DiCaprio “La Playa”. Esta paradisiaca bahía estuvo cerrada desde 2018 a causa del daño causado por el turismo masivo que sufrió durante 23 años, desde cuando se dio a conocer gracias a la película. Actualmente recibe turistas con limitación de aforo y sin poder bañarse. Hace unos meses se conoció la noticia de que el estudio cinematográfico 20 Century FOX fue obligado a pagar 273.000 usd aproximadamente, por daños causados al ecosistema durante el rodaje, para ser utilizados en la rehabilitación ambiental del lugar.

Otro caso de impacto ambiental causado por el turismo es el daño realizado al ecosistema que rodea al al árbol más alto del mundo: Hyperión (115.85 mts) en el Parque Nacional Redwood en California. Actualmente está prohibido visitarle y cualquiera que sea sorprendido cerca del árbol puede enfrentarse a seis meses de cárcel y a una multa de 5.000 dólares. El árbol sufre problemas de erosión además de problemas secundarios derivados de la afluencia de personas. "Había basura y la gente estaba creando aún más senderos laterales para usar el baño. Dejan papel higiénico usado y desechos humanos; no es algo bueno. Como visitante, debes decidir si serás parte de la preservación de este paisaje único, o serás parte de su destrucción", dicen las autoridades del parque en un comunicado.

Rehabilitación del coral en Maya Bay, Tailandia.

Las plantas limpian el ambiente generando oxigeno mientras nosotros cada minuto afectamos el ambiente 16 veces, pues exhalamos dióxido de carbono (Co2) cada vez que respiramos; pero bueno, eso no podemos dejar de hacerlo. Entonces, algunos decidimos no reproducirnos, reciclar, o usar bici en vez de auto, etc. Cada quien puede aportar a su manera.

El turismo provoca el 10% de la emision de gases invernadero en todo el mundo. El Co2 que exhalamos también lo emanan aviones, autos, buses y demás medios de transporte impulsados por combustible, y la cantidad generada de estos gases dentro de la actividad turística es llamada -huella de carbono turística-. “Los incendios forestales, la tala de árboles y las fogatas, son también responsables de la huella de carbono, siendo el smog del transporte una de las mayores amenazas” según el Ingeniero Forestal Eder Pinzón de Parques Nacionales Naturales de Colombia.

Hyperión, el árbol más alto del mundo en peligro.

Si bien no podemos controlar las políticas de las empresas involucradas, si podemos exigir y elegir. No olvidemos que, así como nos presentan tendencias también deben seguirlas. No está de más apoyar organizaciones y empresas con iniciativas ecológicas y trata de ocupar en tu viaje la menor cantidad posible de medios de transporte impulsados por combustible. 

Pequeñas acciones cuando viajamos que aportan mucho:

• Llevar nuestra propia botella

• No pedir ni aceptar bolsas de plástico durante nuestra estadía.

• Generar la mínima cantidad de basura posible; consumir productos autóctonos y locales

• Ser imperceptible para la fauna y flora e informarse antes de viajar sobre las particularidades del lugar.

Esto es fácil y podemos hacerlo. Cuando cambiamos nuestro estilo de vida masivamente, podemos modificar el entorno y el funcionamiento del planeta entero, porque somos la especie dominante.

Entre 2018 y 1019 cerraron el campamento base del everest por problemas de basuras. La Isla Boracay en Filipinas sufrió una situación similar. Indonesia cerro algunas de sus islas en un intento de preservación del habitat del Dragon de Comodo; y el cañon Fjaðrárgljúfur en Islandia fue cerrado por daños causados por el trafico peatonal. Existen errores administrativos de los paises si, por lo mismo, ahora en algunos casos el aforo es restringido permanentemente como politica de conservación. Pero error gubernamental o de turista el daño siempre es humano.

Nuestra raza representa tan solo el 0,01 de la vida en la tierra. Sin embargo, hemos logrado extinguir hábitats y especies, que sin nuestra intervención no hubieran encontrado ese final en tan corto tiempo. Para poder vincularnos positivamente con nuestro entorno vital debemos cambiar, y con humildad incorporar a nuestro ser y cultura la convicción de que “todo poder contiene una gran responsabilidad”. Caminemos y conozcamos nuestra casa con respeto o nos autoexcluiremos de poder convivir con estas maravillas de la naturaleza.

Maya Bay, Tailandia.

¿Pero entonces, qué es lo que pasa?

¿Como puedemos ayudar?

Dragón de Komodo

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